Esta entrada da comienzo a una serie de análisis que voy a realizar sobre los personajes de Disney. He decidido comenzar con los secundarios de los clásicos Disney, esos entrañables personajes que acompañan allá a donde vayan a los protagonistas de cada cinta y les ayudan a conseguir sus propósitos. ¿Pero en realidad todos estos secundarios son necesarios? ¿ayudan a los héroes y heroínas o simplemente les entorpecen el camino? ¿son personajes olvidables o tienen más carisma que los propios protagonistas? Es absurdo generalizar en este ámbito porque cada película es un mundo y cada personaje un universo, pero por ello voy a hacer esta entrada, para debatir y analizar a estos ilustres personajes.
Comenzamos, como no podía ser de otra manera, con los siete enanitos del primer clásico animado de la compañía, Blancanieves.
Estos personajes son entrañables y muy valorados por todos, divertidos e inevitablemente les coges cariño. Todos tenemos un pequeño enanito en nuestro interior, en este caso siete y es normal que estén considerados como siete de los mejores personajes de todo Disney y pasarán generaciones y generaciones y todo el mundo les seguirá conociendo porque forman parte de una película inmortal (obviamente no es de las mejores, pero si hizo historia).
En Blancanieves se utiliza un estilo de animación muy realista, pero los siete enanitos son hombrecillos muy caricaturiizados, exagerando algunas facciones como los ojos, nariz y orejas pare hacerles más cómicos y recordables.
Si Blancanieves no hubiese sido el primer clásico de Disney, ¿estos personajillos serían recordados hoy? Mi respuesta es rotundamente si, probablemente sean los secundarios de la compañía más populares y después de 75 años siguen igual de frescos que el primer día.
Del clásico de Disney, Pinocho, merecen la pena ser destacados Fígaro y Cleo en primer lugar. Ambos adorables animalitos protagonizaron varios cortos en la década de los 40 e incluso ambos se convirtieron en las mascotas de la famosa, Minnie Mouse. Fígaro y Cleo eran los primeros animales acompañantes de un protagonista (aunque estén con él un corto periodo de tiempo) y se convirtieron en los pioneros en este tipo de personajes, ya que años después llegarían Jack y Gus en La Cenicienta, Floundes y Sebastian en La Sirenita o Meeko y Flit en Pocahontas.
El diseño de de Fígaro recuerda mucho al de los gatos de las Sinfonías Bobas (Los Tres Huerfanitos, El Gato ladrón o Salvamento Gatuno), no fue hasta décadas más tarde cuando los personajes empezaron a tener diseños más característicos, novedosos y singulares.
Muchos pensaréis que el mejor secundario de la cinta es Pepito Grillo, pero yo le tengo especial manía por causas ajenas al personaje. Pablo Palitos hizo un gran trabajo como actor de doblaje, pero tiene una voz tan aflautada y estridente que se me hace insoportable. Además, Edmundo Santos con el doblaje de Las Aventuras de Bongo y Mickey y las judías mágicas cometió un error garrafal al hacerle decir al pequeño grillo la siguiente desafortunada frase "Las mujeres pertenecen al sexo débil", se que dicho doblaje se hizo hace décadas, pero hoy día me daña a los oídos semejante tontería. A pesar de esto, Pepito Grillo se hizo muy popular durante los años en los que vivió Walt Disney, ya que apareció en varias películas de los estudios y presentó varios especiales de la serie antológica. Posteriormente se quedó un poco parado y dejó las apariciones especiales y esporádicas a Mickey y sus amigos.
Dumbo, a pesar de ser uno de los clásicos más encantadores del canon de películas animadas de Disney, no goza de una gran variedad de personajes memorables, de hecho solamente Dumbo y Timoteo son recordados hoy día.
Timoteo, el simpático ratón que ayuda a Dumbo en su cruel vida en el circo y le da la dosis de autoestima necesaria después de que su madre fuese encarcelada y catalogada como "Elefante loco" al defender a su pequeño de los indeseables comentarios de los espectadores. Es un buen personaje, pero hoy día no se le tiene mucho en cuenta porque en Disney hay ratones para dar y regalar y este se queda en un segundo o tercer plano.
De estos tres clásicos hay que reconocer que los personajes secundarios no entorpecen la trama y no sobran en absoluto. Todos desempeñan su función a la perfección.
¿Qué opináis vosotr@s sobre estos personajes?
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