Voy a realizar una pequeña crítica del último corto de Disney Animation Studios, Paperman, que se estrenará junto a ¡Rompe Ralph! el 25 de diciembre de este año.
Como ya sabéis fui la semana pasada al preestreno de ¡Rompe Ralph! y también pude disfrutar de esta maravilla visual que es Paperman. Una gran innovación en cuanto a la técnica de animación CGI ya que aunque tenga una profundidad característica del 3D, los personajes y fondos parecen 2D puro. Esta forma de animar no es nueva, ya que en Fantasía 2000 se pudo ver en el segmento de El Soldadito de Plomo o mismamente en la película de Disney India, Arjun. El Príncipe Guerrero, pero no ha sido hasta este corto cuando dicha técnica ha madurado lo suficiente como para impresionar a los fans de la animación tradicional. De hecho es muy probable que el próximo largometraje animado de John Muskers y Ron Clements (Basil el ratón superdetective, La Sirenita, Aladdín, Hércules, El Planeta del Tesoro y Tiana y el sapo) sea realizado con dicha técnica.
Con este precedente la historia del cortometraje, para mi, era totalmente secundaria, pero es que además de ser una producción impresionantemente cuidada y perfecta, el argumento, a pesar de su sencillez, es maravilloso.
Me encanta que Disney se arriesgue con el blanco y negro, ya que este año lo han hecho en dos ocasiones, con Frankenweenie y el corto en cuestión. Además, Paperman es aún más atrevido si cabe al ser prácticamente mudo.
El diseño de los dos protagonistas me parece muy elegante. George, el joven, recuerda en muchos aspectos a Roger de 101 Dálmatas. Meg es una belleza típica de los años 50 y es la única que posee algo de color en el corto, ya que sus labios son de un color rojo pasión que cautivan a George en cuanto los ve.
Paperman es una mágica historia que comienza con un encuentro casual entre dos jóvenes que esperan el transporte público. El papel y el viento provocan su primer cruce de miradas para horas después hacer que se reencuentren de una manera sorprendente gracias de nuevo a los papeles convertidos en aviones y al viento que guiará a los dos jóvenes hasta un punto de encuentro.
Con este precedente la historia del cortometraje, para mi, era totalmente secundaria, pero es que además de ser una producción impresionantemente cuidada y perfecta, el argumento, a pesar de su sencillez, es maravilloso.
Me encanta que Disney se arriesgue con el blanco y negro, ya que este año lo han hecho en dos ocasiones, con Frankenweenie y el corto en cuestión. Además, Paperman es aún más atrevido si cabe al ser prácticamente mudo.
El diseño de los dos protagonistas me parece muy elegante. George, el joven, recuerda en muchos aspectos a Roger de 101 Dálmatas. Meg es una belleza típica de los años 50 y es la única que posee algo de color en el corto, ya que sus labios son de un color rojo pasión que cautivan a George en cuanto los ve.
Paperman es una mágica historia que comienza con un encuentro casual entre dos jóvenes que esperan el transporte público. El papel y el viento provocan su primer cruce de miradas para horas después hacer que se reencuentren de una manera sorprendente gracias de nuevo a los papeles convertidos en aviones y al viento que guiará a los dos jóvenes hasta un punto de encuentro.
Paperman es uno de los mejores cortos de Disney de los últimos años, incluso me atrevería a decir que el mejor, ya que aunque La Balada de Nessie tuviese un encanto especial típica de los cortos de antaño y las Silly Simphonies, la producción de John Kahrs emana originalidad, a pesar de su sencillez y austeridad.
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