Ayer fui a ver, junto a mi pareja, Iron Man 3, la película más exitosa de este año y que no me podía perder por nada del mundo a pesar de que las dos primeras entregas no me entusiasmasen demasiado.
No esperaba ver gran cosa, solamente una película con brillantes efectos especiales y un guión bien elaborado, pero además de todo esto, pude presenciar un filme muy entretenido y que merece varios de los elogios que le han otorgado.
El prólogo me parece una pasada, sobre todo porque explica como en 1999 por culpa del alto ego de Stark, un desequilibrado y excéntrico científico, Aldrich Killian, trece años después quiere destruir al superhéroe y todo su mundo por venganza.
Uno de los grandes puntos a favor del filme es la humanización del multimillonario empresario protagonista, ya que nos enseñan su lado más vulnerable, lo que nos permite empatizar en mayor medida con él. Aunque podamos ver a Stark más humano, su ironía se mantiene intacta y fresca.
También me impresionó el Mandarín. Protagoniza las escenas más desternillantes de la película con sus idas y venidas. En un principio lo muestran como el verdadero villano, hasta que te das cuenta que es un mal actor que interpreta a un terrorista por ganarse un mínimo de popularidad. Lo mejor es cuando sale del cuarto de baño aireando su túnica por la peste que han provocado las aguas mayores realizadas por él mismo.
Pero la película también tiene partes malas que hay que mencionar:
No esperaba ver gran cosa, solamente una película con brillantes efectos especiales y un guión bien elaborado, pero además de todo esto, pude presenciar un filme muy entretenido y que merece varios de los elogios que le han otorgado.
El prólogo me parece una pasada, sobre todo porque explica como en 1999 por culpa del alto ego de Stark, un desequilibrado y excéntrico científico, Aldrich Killian, trece años después quiere destruir al superhéroe y todo su mundo por venganza.
Uno de los grandes puntos a favor del filme es la humanización del multimillonario empresario protagonista, ya que nos enseñan su lado más vulnerable, lo que nos permite empatizar en mayor medida con él. Aunque podamos ver a Stark más humano, su ironía se mantiene intacta y fresca.
También me impresionó el Mandarín. Protagoniza las escenas más desternillantes de la película con sus idas y venidas. En un principio lo muestran como el verdadero villano, hasta que te das cuenta que es un mal actor que interpreta a un terrorista por ganarse un mínimo de popularidad. Lo mejor es cuando sale del cuarto de baño aireando su túnica por la peste que han provocado las aguas mayores realizadas por él mismo.
Pero la película también tiene partes malas que hay que mencionar:
- No entiendo como cuando los helicópteros atacan a Stark, Potts y compañía en la mansión del superhéroe, Tony no avisa a todas sus armaduras para que paren tal castástrofe. En cambio si lo hace al final del filme para detener a Killian y sus esbirros. Pienso que si hubiese hecho uso de dichos prototipos se habría ahorrado más que un disgusto y por supuesto habría mantenido su casa prácticamente intacta.
- Tampoco me agrada que Pepper Potts tenga poderes al final de la cinta. Creo que este hecho quita protagonismo a Iron Man, ya que cualquiera puede hacer su labor igual de bien. Incluso sus armaduras se las ponen diversos personajes del filme con todo lo que eso conlleva...
- El último error que voy a citar es cuando Stark decide hacer detonar todas sus armaduras para provocar fuegos artificiales al final de la película. Creo que debería sentir más respeto por esos inventos que han salvado la vida de los suyos y de él mismo, por no hablar de todos los años tirados a la basura....
Em definitiva, Iron Man 3 es una cinta de superhéroes más que digna y aunque no sea la mejor de los últimos años (es difícil superar a Los Vengadores) a mi me ha gustado bastante más de lo que creía en un principio.
Nota: 7 / 10
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